Vuelta Larga: Avanzar juntas es posible
Por: Cristina Gordón
Esmeraldas – Vuelta Larga
Nixon y Gabriela, habitantes de la parroquia Vuelta Larga, en Esmeraldas, son dos jóvenes convencidas de que el cambio social es un trabajo comunitario. Ellas, junto a alrededor de 60 adolescentes de su comunidad, participaron de Comunidades en Acción. Conoce más sobre su trabajo para generar entornos protectores en este artículo.
Salvaguardar la integridad de las comunidades puede ser un reto difícil de lograr. Sin embargo, para la Fundación Lunita Lunera, no hay peor lucha que la que no se empieza. Gracias a la iniciativa de UNICEF y al apoyo financiero del Gobierno de Canadá, el programa Comunidades en Acción busca prevenir las violencias y fomentar entornos protectores propicios para el aprendizaje colectivo.
Durante nuestro paso por Esmeraldas, llegamos a Vuelta Larga, una parroquia llena de alegría, color y desafíos. La realidad de esta comunidad es muy similar a la de muchas otras en el país; inseguridad, violencias, falta de espacios seguros, entre otros. Pero, cuentan con algo que les diferencia, ¡han decidido actuar!
En esta ocasión son las y los jóvenes quienes han tomado la situación con sus manos y, con el acompañamiento de la FULULU, iniciaron un proceso sostenido de talleres, reuniones y actividades comunitarias para forjar una cultura de paz en Vuelta Larga.
Empoderamiento juvenil y nuevos caminos
Primer paso, conocer el contexto y las necesidades de cada espacio. Antes de comenzar, el equipo de Fundación Lunita Lunera realiza acercamientos comunitarios para relacionarse de la mejor manera. Esto para entregar una experiencia amplia y adecuada a todas las participantes.
Comunidades en Acción busca fortalecer desde adentro. Es decir, que sean las y los moradores de Vuelta Larga quienes, desde el sentir – pensar – actuar, propongan y ejecuten las acciones que harán que su parroquia se convierta en el espacio protector que siempre debió ser.
En este camino, cada persona es fundamental. Partimos desde la premisa de que, contar con herramientas de protección desde la salud integral, derechos humanos y prevención de violencias contribuirá para lograr bienestar individual y colectivo. Las y los jóvenes tienen el poder de transformar a través del empoderamiento juvenil y la participación comunitaria.
Nixon Corozo, tiene 13 años y fue participante activo del Palenque de Reflexiones, proceso de enseñanza-aprendizaje realizado desde 2022. Nixon está comprometido con Vuelta Larga. Para él, no se trata solo de sentirse seguro en donde vive, sino, de entregar un espacio libre de violencias para las más pequeñas. Reconoce también que la simplicidad de expresar gratitud o la cordialidad revela cómo pequeñas acciones pueden marcar una gran diferencia en la convivencia diaria.
Nixon lidera a Jóvenes en Acción, agrupación que confía en que avanzar juntas es posible. “Queremos ser un grupo que no solo se beneficie individualmente, sino que también genere un impacto positivo en nuestra comunidad”, afirma.
Como lideresa de Unidos somos más, Gabriela Renjifo, de 41 años y madre de familia, resalta la importancia de la unidad comunitaria para abordar desafíos urgentes, como la necesidad de un Centro de Prevención del Delito y la falta de un subcentro de salud. Dos problemas que afectan el desarrollo óptimo de la comunidad.
Jóvenes en Acción y Unidos somos más son dos grupos que surgen del transitar de sus miembros por Comunidades en Acción. Nixon y Gabriela tienen sus objetivos claros; construir un entorno más protector y resistente para ellas y toda la comunidad.
Juntas por la comunidad
Entre desastres naturales, inseguridad y garantía de derechos, participar en espacios de reflexión sobre derechos y habilidades para la vida se convierten en herramientas clave para la autoprotección y el cambio social.
Las y los participantes de este proceso han ejecutado varias actividades que tuvieron como fin la unidad comunitaria como impulso para abrir nuevos debates que contribuyan a que Vuelta Larga sea un entorno protector para niñas, niñas y adolescentes.
Por ejemplo, Unidos somos más, juntó todos sus esfuerzos en la realización de un bingo por la paz y una bailo-terapia. Utilizar actividades lúdicas y recreativas para que, a través de las risas y el disfrute, la comunidad tenga espacios seguros para generar lazos de afecto y confianza. Además, esta actividad fue diseñada para fomentar el autocuidado y su importancia para lograr un espacio libre de violencias.
Gabriela, líder del grupo, comenta que, para ella, la importancia de generar estas actividades es que estas se puedan sostener en el tiempo y así obtener mejores resultados.
De igual manera, Jóvenes en Acción, se planteó la recuperación de un parque y la ejecución de una mañana deportiva. La transformación del parque en un espacio seguro, se convierte en un símbolo de la persistencia y el compromiso comunitario para generar ambientes protectores y pacíficos. Los juegos, anteriormente desgastados, fueron reacondicionados con entusiasmo y dedicación. Demostraron que, trabajando juntas, fue posible darle una nueva vida al parque.
Pensar que el bienestar integral de una sola persona influye en el desarrollo de las comunidades suena como algo descabellado. Pero es una realidad. Nixon y Gabriela se dieron cuenta de esto y lo tomaron como su primer paso para el cambio. Proponer actividades que le permitan a la gente cuidar de sí mismas y, a su vez, de la comunidad, es la prueba fehaciente de que la unidad fortalece la protección comunitaria.
Las poderosas voces, como la de Nixon y Gabriela, dejan claro que, pese a los desafíos, como la carencia de infraestructuras y la persistente inseguridad, las comunidades en acción pueden mantener entornos protectores y contribuir al bienestar colectivo.