Prevenir para responder

Por: Cristina Gordón

En el último trimestre de 2023, Ecuador pasó de alerta amarilla a naranja ante la inminente llegada del fenómeno de El Niño. Inmediatamente, iniciamos un camino de preparación para atender, de manera adecuada, las emergencias que podrían suscitarse en el país. Frente a las inundaciones que llegaron a distintos territorios en 2024, nos movilizamos a tres comunidades rurales del cantón Chone con atención en salud, espacios amigables para infancias y adolescencias, círculos de cuidado para mujeres y con espacios de enseñanza aprendizaje para fortalecer las capacidades locales de respuesta.

¿Cuándo hablamos de una emergencia? Las inundaciones en Chone trajeron como consecuencia la falta de agua potable, detección de enfermedades, virus y bacterias, afectación de viviendas, pérdidas materiales y económicas significativas, cierre de unidades educativas, daños en terrenos y cultivos, entre otras. Cuando las situaciones de riesgo se incrementan e interrumpen el desarrollo de una vida digna de las personas y sus comunidades, se trata de una emergencia. 

Para la FULULU, el primer paso para responder ante las inundaciones fue conocer las necesidades específicas de las personas afectadas. Es por ello que se realizaron varios encuentros con el movimiento feminista Las Choneras, la Cruz Roja Ecuatoriana en Chone, la Prefectura de Manabí con quienes se definieron las acciones para atender sectores a los cuales la asistencia tardó en llegar. ¿Después? ¡Manos a la comunidad!

 

Técnicas en salud, protección y género de la FULULU se movilizaron a la ciudadela Miraflores y a las comunas la Curaca y la Hidalgo, para entregar atención en medicina general y en salud sexual y reproductiva; espacios amigables para infancias, círculos de cuidado para mujeres.

Gracias a la hospitalidad de las y los moradores del cantón, estas iniciativas se realizaron dentro de los hogares de familias que aún viven las secuelas de las inundaciones. Alrededor de 200 personas llegaron para participar de esta jornada de atención e información. Según Vanesa Hernandez, técnica en salud de la Fundación Lunita Lunera, las patologías más frecuentes fueron enfermedades respiratorias, parasitosis, infecciones de la piel y vaginales. Además se entregó anticonceptivos de corta duración. Para lograr una atención en salud oportuna y de calidad, contamos con el apoyo de la Cruz Roja Ecuatoriana en Chone y con la donación de medicamentos y otros insumos de Chamos Venezolanos en Ecuador, organización que labora desde Quito.

Una realidad de las emergencias es que, mujeres, niños, niñas y adolescentes suelen ser las poblaciones más afectadas. Es por ello que, para la FULULU, implementar círculos de cuidado para mujeres en cada comunidad fue de suma importancia para prevenir la violencia basada en género. A través de diálogos y actividades lúdicas, aproximadamente 88 mujeres y adolescentes recibieron información sobre VBG y kits de salud menstrual, gracias a la donación de Las comadres, con el objetivo de brindarles herramientas no solo para su bienestar, sino, para acompañar los procesos que viven otras mujeres en momentos de riesgo. 

Paralelamente, niños y niñas de 3 a 12 años participaron de espacios amigables para las infancias; una metodología que permite a menores de edad jugar, cantar, dibujar y conocer sobre sus derechos. El objetivo es desarrollar un espacio seguro libre de violencia y discriminación en el que, a través de juegos y dinámicas, reciban información y herramientas que les permitan identificar riesgos y gestionar emociones, duelos y vínculos que surgen durante momentos de crisis y diversos contextos. 

La motivación principal de la FULULU para realizar esta jornada fue: prevenir para responder. Esta fue la misión que entregamos a funcionarias y funcionarios locales en el taller de enseñanza – aprendizaje como una herramienta para manejar esta o próximas emergencias. A través del fortalecimiento de capacidades, se trabajó en las rutas de prevención de la violencia basada en género, protección a la infancia , gestión democrática y participativa de albergues y sobre cómo se organiza el Estado en la respuesta a las emergencias para activar los mecanismos adecuados y oportunos desde el sector público y la sociedad civil en Chone.

Las emergencias son eventos inesperados que requieren atención inmediata. Evitarlas es imposible. Prevenir su impacto puede ser una realidad. Entregar una respuesta adecuada nos deja lecciones claras. Una comunidad preparada puede reducir los riesgos. Un equipo local con rutas de protección claras podrá atender necesidades a través de mecanismos efectivos y ayudar a la población a transitar una emergencia de mejor manera. Se espera que los efectos del fenómeno de El Niño disminuyan a partir de abril de 2024. Actuar a tiempo, de manera participativa y comunitaria, puede hacer la diferencia al momento de vivir una nueva emergencia.