Prevención de ITS en relaciones poliamorosas: un enfoque desde el cuidado colectivo

Por: Ramiro Urbina

El poliamor es una forma de relacionarse en la que las personas mantienen, de manera consensuada, vínculos afectivos y/o sexuales con más de una pareja. Este modelo relacional, ofrece la posibilidad de explorar conexiones diversas y significativas. Sin embargo, también plantea desafíos importantes en términos de salud sexual, particularmente en la prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS). En este contexto, la comunicación, la educación y el cuidado colectivo se convierten en pilares fundamentales para garantizar el bienestar de todas las
personas involucradas.

Uno de los aspectos clave en la prevención de ITS en relaciones poliamorosas es la comunicación abierta y honesta. A diferencia de los modelos monógamos tradicionales, donde las expectativas de exclusividad sexual pueden simplificar la gestión del riesgo, el poliamor requiere diálogos constantes sobre prácticas sexuales, límites y acuerdos. Esto incluye hablar abiertamente sobre el historial sexual, el uso de métodos de protección y la realización de pruebas de ITS de manera regular. La transparencia no solo fortalece la confianza entre las parejas, sino que también permite tomar decisiones informadas que protegen la salud de todas las involucradas.

La educación sexual desempeña un papel crucial en este proceso. Muchas personas en relaciones poliamorosas buscan activamente información sobre cómo gestionar su salud sexual de manera responsable. Esto implica entender cómo se transmiten las ITS, cuáles son los métodos de prevención más efectivos y cómo funcionan las pruebas de detección. Además, es importante desmitificar creencias erróneas, como la idea de que el poliamor es inherentemente más riesgoso que la monogamia. En realidad, el riesgo depende de las prácticas individuales y colectivas, no del tipo de relación en sí.

El uso de métodos de protección, como preservativos y barrera de látex, es esencial en cualquier contexto sexual, pero adquiere una relevancia particular en el poliamor. Dado que las redes de relaciones pueden ser más amplias, es importante establecer acuerdos claros sobre el uso de protección con cada pareja. Algunas personas optan por acuerdos en los que se utiliza protección con todas las parejas, excepto con aquellas con las que se ha establecido un compromiso más estrecho y se han realizado pruebas de ITS. Estos acuerdos deben ser flexibles y revisarse periódicamente, ya que las circunstancias y las relaciones pueden cambiar con el tiempo.

Otro aspecto fundamental es la realización de pruebas de ITS de manera regular. En el poliamor, donde las redes sexuales pueden ser más extensas, es recomendable que todas las personas involucradas se realicen pruebas con frecuencia y compartan los resultados de manera transparente. Esto no solo reduce el riesgo de transmisión, sino que también fomenta una cultura de responsabilidad compartida.

Finalmente, es importante destacar que la prevención de ITS en el poliamor no es solo una responsabilidad individual, sino colectiva. El cuidado de la salud sexual debe ser un esfuerzo colaborativo, donde todas las partes se sientan comprometidas a proteger su bienestar y el de las demás personas. Esto implica fomentar una cultura de respeto, empatía y apoyo mutuo, donde las conversaciones sobre salud sexual no sean tabú, sino una parte natural de la dinámica relacional.

En este sentido, el poliamor ofrece una oportunidad para repensar cómo abordamos la salud sexual desde un enfoque más inclusivo y comunitario. A través de la comunicación, la educación, el uso de protección y la realización de pruebas regulares, es posible disfrutar de relaciones diversas y significativas mientras se minimiza el riesgo de contraer una ITS.

Este contenido se realiza en el marco del proyecto ECHO – ASTRAL ejecutado por la Fululu junto al IRC en Ecuador.